Paradise Now

Crítica de cine

La Historia habla por sí sola, un aditivo de pulcritud moral que acecha bajo el ser humano y se deja olfatear a nuestro alrededor es la tónica que nos muestra Hany Abu-Assad en Paradise Now, el paraíso de los que se saben muertos.

Un trágico relato de análogo final, tan generoso como áspero, la misma humanidad hecha pedazos por la realidad de quien es venerada; un culto a la educación, precaria o no, de la orilla del mundo menos conocida y quizá la más tildada por su falta de valores.

Filme de Paradise Now.
Filme de Paradise Now.

La propuesta de este director de origen palestino recrea con arrojo la vida estancada de un muchacho humilde que convive con la fatalidad de la guerra palestino-israelí en Nablus, su ciudad natal, en la que familia y amigos tratan de sobrevivir del modo más digno posible mientras que él, afronta una lucha paralela entre su conciencia y sus anhelos al ser seleccionado con honores por un grupo terrorista palestino para llevar a cabo la primera misión kamikaze de importancia en territorio “opresor”.

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No se debe pasar por alto la esencia documental del filme desde su inicio hasta el final, narrado desde un punto de vista al que muy pocos se adhieren, el del suicida, víctima y verdugo de una sociedad vacía de escrúpulos y desdeñada por la cabeza pensante de grupos fanático-religiosos que elevan a sus seguidores a la categoría de “mártires”.

Sin duda alguna, Hany Abu-Assad ha sabido sumir al espectador en un debate sobre el reconocimiento de lo propio como causa del horror y la defensa de las costumbres como una realidad dada, única y verdadera.

Paradise+Now+(2)

Paradise Now reinventa viejos contrastes, olvidados ya, entre las civilizaciones de dudosa integridad que lideran sus batallas por la dignidad de la persona mientras fomentan el odio por los que solo conocen lo que les han enseñado.

Paradise Now puede ser, tan solo, una película más para los que continúan viviendo con los ojos rasgados pero para otros no es la historia la que nos forja sino que somos nosotros los que forjamos a historia.

La cortina de humo

Crítica de cine.

El realismo ficticio y el influjo de poder simbolizan el despertar de un estilo de vida oculto.

Entre lo verídico que se aprecia en el filme de Barry Levinson, se advierten valores como los representados en La cortina de humo, que establecen paralelismos mutuos entre el espectador, asociado a la defensa de su propio yo, una patria imaginaria que jamás ha de ser abandonada y un sistema democrático “fallido” que ha de transformase a sí mismo para vencer.

La cortina de humo poster
Poster de «La cortina de humo».

Con un guión, de Hilary Henkin y David Mamet, que se apodera del más codicioso público, se refleja una sociedad que da prioridad a sus instintos de supervivencia. La victoria es para los que se engañan así mismos y demuestran al mundo que la mentira es un don que otorga un poder inimaginado: la credibilidad capaz de manipular al ser humano.

La amenaza de fracaso ante la reelección de un candidato a la presidencia de E.E.U.U. desencadena una guerra, inventada por el asesor de éste, que tiene como objetivo distraer a los medios de comunicación para que las acusaciones de una posible relación con una menor resten importancia. Para ello, utilizan un contacto destacado en la industria hollywoodiense, el productor Stanley Motss, quien genera una serie de situaciones cinematográficas simulando un conflicto real.

La cortina de humo.
La cortina de humo.

Las consecuencias darán lugar a un rumor que mantendrá en vilo al país y ocultará, no sin inconvenientes, los avatares de la política vigente.

La cortina de humo nos envuelve en una burla a la sociedad actual y a las ansias de poder que finalizan con lo que en un principio pretendía defenderse: la transparencia del Estado como conjunto de ciudadanos que delimitan su libertad con la del resto de individuos.

El costoso montaje intertextual contrasta con la simplicidad de la película, haciéndola factible a las perspectivas más cerradas y captando la atención sobre los diversos caracteres de los protagonistas. Dustin Hoffman y Robert De Niro encabezan un reparto en el cual la dureza extrema y la falta de sensibilidad por lo ajeno describen a la perfección un mundo no tan televisivo como creíamos.

La cortina de humo escena

La reflexión sobre temas como los que se atañen en la película es, sin lugar a dudas, un punto de inflexión en la conciencia de la sociedad desgarradora en la que se ambienta, en el espectáculo como visión de un futuro creado por y para uno mismo.

El egoísmo, como inventiva, se reaviva en estas secuencias llevadas al límite de lo estrambótico y secunda la realidad, dolorosa para unos y tan familiar para otros.

Convencer es vencer. Y sabemos que una estratagema es difícil de demostrar, pero no imposible. Piensen.

Pasión por el cine

Ocho años han arrugado la manga  en la que lo guardaba. Hoy confieso. Le profeso el mismo inmenso amor que el de aquel primer día.

Pasión por el cine.

Si hubiese sido, sería un cartel de cine plasmado en uno de esos papeles que parecen servilleta.

Sería antiguo, ajado, con marcas de lluvia recorriendo la superficie como si fuesen las lágrimas que alguien se olvidó borrar.

Me situaría cerca de una taquilla de esas en las que venden entradas para las películas más novedosas, los últimos estrenos por los que se crean hormas de gente, que apelotonadas, esperan que el último ticket no se lo lleve el de delante.

Y nadie se fijaría en mí.

Pasaría desapercibido por su lado e, incluso, a algunos les sorprendería encontrarme casi intacto en el mismo rincón en donde me habían dejado y aún así, seguirían rumbo a la historia que los transportará lejos de aquí; tan lejos que mientras permanezcan con la mirada estupefacta ante la pantalla olvidarán que todavía existen. Ilusos.

Fotograma de la película de Truffaut, Jules et Jim.
Fotograma de la película de Truffaut, Jules et Jim.

Si hubiese sido un viejo cartel de cine, sería para encontrar, durante el último pase cuando los cinéfilos sueñan en las butacas con la magia de los clásicos -los filmes sublimes, La Esencia-, el rostro que se ilumina al mirarme, el ser indicado que al entrar en la sala no deseé otra cosa en el mundo, más que renacer en forma de uno de esos carteles de cine, ajados por el tiempo, en el que solo unos pocos se son capaces de reconocer.

Almas gemelas

Fragmento de Come, reza, ama.

«—Zampa, escúchame —me dice Richard—. Un día de éstos vas a recordar esta época de tu vida como un dulce momento de tristeza. Entenderás que, estando de duelo y teniendo roto el corazón, estás en el mejor sitio posible para cambiar tu vida. En un hermoso lugar dedicado a la devoción y en un estado degracia. Vive este momento minuto a minuto. Deja que las cosas se arreglen solas aquí, en India.

camino de santiago
Camino de Santiago.

—Pero es que lo quería de verdad .

—Pues mira qué bien. Querías a no sé quién. ¿No sabes cómo funciona ese tema? El tipo ése te ha tocado una parte del corazón que no sabías ni que tenías. Vamos, te ha dejado tocada, nena. Pero ese amor que has sentido no es más que el comienzo. Casi ni lo has probado. Es sólo un amor mortal, pobre y chapucero.
Ya verás como eres capaz de amar mucho más profundamente. Caray, Zampa, un día llegarás a querer al mundo entero. Ese es tu destino. No te rías.

—No me estoy riendo —le dije, llorando—. Y, por favor, no te rías de mí, pero creo que no consigo olvidarme de este tipo porque estaba convencida, en serio, de que David era mi alma gemela.

 

—Y probablemente lo fuera. Lo que te pasa es que no sabes lo que eso significa. La gente cree que tu alma gemela es la persona con la que encajas perfectamente, que es lo que quiere todo el mundo. Pero un alma gemela auténtica es un espejo, es la persona que te saca todo lo que tienes reprimido, que te hace volver la mirada hacia dentro para que puedas cambiar tu vida. Una verdadera alma gemela es, seguramente, la persona más importante que vayas a conocer en tu vida, porque te tira abajo todos los muros y te despierta de un porrazo. Pero ¿vivir con un alma gemela para siempre? Ni hablar. Se pasa demasiado mal.

 

Camino de Santiago
Camino de Santiago
Un alma gemela llega a tu vida para quitarte un velo de los ojos y se marcha. Gracias a Dios. Pero a ti no te da la gana soltarlo. Esa historia se acabó, Zampa. La función de David era darte una sacudida, sacarte de ese matrimonio que no funcionaba, machacarte un poco el ego, hacerte ver tus obstáculos y adicciones, romperte el corazón para que te entrara la luz y desesperarte y hacerte descontrolar tanto que no te quedara más remedio que cambiar tu vida y luego presentarte a tu maestra espiritual y largarse con viento fresco. Ese era su cometido y lo ha hecho a la perfección, pero ya se acabó. Y a ti no te da la gana archivarla como una relación corta y punto. Eres como un perro en un vertedero. Venga a chupar una lata a ver si le sacas algo de alimento. Como sigas así, se te va a quedar el hocico metido en la lata y las vas a pasar mal.

Así que olvídate del tema.

Albergue en Pedrouzo, Camino de Santiago.
Albergue-Pedrouzo-Camino-Santiago.

 

—Es que lo quiero.
—Pues quiérelo.
Es que lo echo de menos.
—Pues échalo de menos. Mándale luz y amor cuando te acuerdes de él y olvídate del tema. Te da miedo deshacerte de los últimos trocitos de David, porque sabes que te vas a quedar muy sola y a Liz Gilbert le da pánico plantearse lo que le puede pasar si se queda sola. Pero tienes que entender una cosa, Zampa. Si liberas el hueco que tienes dedicado a obsesionarte con este tipo, te va a quedar un vacío en la cabeza, un espacio abierto, una puerta. ¿Y a que no sabes lo que va a hacer el universo con esa puerta? Pues entrarpor ella. Dios va a entrar en ti y te va a llenar de un amor que no has visto ni en tus mejores sueños. Deja de usar a David para bloquear esa puerta. Olvídate de ese tema.
—Pero me gustaría que David y yo…
—¿Lo ves? Eso es lo malo que tienes —me interrumpe—. Te gustan demasiadas cosas. Menos «gustar» y más «buscar», nena, que vas de culo y cuesta abajo.
Esa frase me hace soltar la primera carcajada del día.»